El clima laboral mide lo agradable que es el entorno en el cual se mueven sus empleados (el lugar físico, la cultura, el estilo de liderazgo, el salario, etc.). La felicidad, por otro lado, mide el estado de bienestar y satisfacción interior de las personas. Un mal clima laboral no ayuda a que su gente sea feliz y un buen clima laboral no hace que su gente sea feliz. El clima laboral es un factor externo e higiénico para la felicidad de las personas; o sea, una condición mínima para que una persona disfrute su trabajo.
Si bien, un buen clima laboral no asegura empleados felices, empleados felices sí aseguran un buen clima laboral. Resulta mejor invertir en la felicidad de los empleados, que en un buen clima laboral.
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